lunes, 14 de julio de 2008

Sin casuales, con causales

“Nada es casual” escuché en todos los años de vida que tengo, “todo es causal”. Como si fuese una regla precisa o una fórmula inviolable que siempre se cumple y nada puede detener su camino a ése resultado. He pensado varias veces quebrar ésta teoría de distintas maneras, en el amor preparaba encuentros (que parecían casuales) para arrancar con algunas “tácticas de seducción”; en lo profesional nunca anduve detrás de nadie que estuviese al mando, jamás mi lengua degusto el sabor de una media porque mas allá de no interesarme esa postura miserable, quería que lo casual alguna vez le gane a lo causal, definitivamente estaba pregonando en mi interior que la casualidad existía. Pero... los resultados fueron los mismos de siempre, lo que conseguí en la vida (poco o mucho) es culpa de la causalidad.
No tengo idea por que me empeciné en un momento de mi vida de quebrantar ésta frase, que se convirtió en teoría y luego en una regla esencial en mi existencia.
Las experiencias me demostraron que la casualidad no es un hecho mágico porque todo lo buscamos de alguna u otra manera salimos a su encuentro, inclusive cuando la postura sea de quietud. Por ahí puede adjudicarse a un hecho casual una pizca de suerte, o culpa al destino, pero nada de esto está comprobado.

Será por eso que mi gracia interior en estos últimos meses se siente dichosa, mas allá de los momentos que el país sufrió y sigue tolerando. Ante todo aclaro que el sadomasoquismo no es mi forma de vida, pero reconozco, sin soberbia alguna, que siento tranquilidad y regocijo interior.
Ocurre que cuando uno sostiene una postura durante años (actitud que se crea por experiencias vividas, por datos históricos y por hechos contemporáneos) y constata con hechos contundentes que está más próximo a la reconfirmación que a la decepción, siente un júbilo interno, individual, pero tambien se siente una decepción general de una parte de la sociedad, porque en la escuela de la vida nada han aprendido.
Escuela que manejaron muchos años profesores de la tortura, maestros del desabastecimiento, docentes de la corrupción y catedráticos de la muerte, que pese a su saña por enseñarnos y dejar bien en claro de que lado están, muchos alumnos no terminaron la carrera, no entendieron o no quisieron entender nada.

Deberá ser por eso que lo causal, en éste caso me deja ese gustito dulce y lo casual me rectifica nuevamente de su inexistencia, porque no es casualidad que algunos personajes políticos se alineen con verdugos de la niñez, del pensamiento y de la paz. Es redundante hablar de los terratenientes gremialistas del agro, sé que es redundante, pero a la vez es significativo y resume en un cuadro sinóptico que esta sociedad (en su conjunto) no está preparada para emprender cambios sociales, porque no quiere, porque no sabe, por lo que sea.

Tengo un método que siempre utilizo, es digamos, una forma solemne pero silenciosa y entretenida, aunque parezca irónico. Observar, simplemente observar, sin prejuicios, sin tendencia, pero con conocimiento de la situación, tener en claro que es lo digno y su antípoda, como lo blanco y lo negro con todos sus matices pero lo que importa aquí no es el matiz, solo concierne el resultado final. La línea que separa lo vivo y lo muerto no es fina, hay muchos años de anchura. Por eso observar en que lado se acomoda cada uno, es entretenido y triste paralelamente, porque amigos, seres queridos y algún que otro compañero de oficio, ha desnutrido su memoria al elegir el lado de la línea que más crímenes cometió y en silencio aún lo hace.
Por eso llamemos a las cosas por su nombre. Desde De Angeli y Eduardo Bussi (sus nuevos integrantes), desde el Movimiento Socialista de los Trabajadores, Vilma Ripoll y sus allegados junto a los mismos de siempre, los militares y la sociedad rural, Elisa Carrió, Eduardo Duhalde, Chiche Duhalde, Alfonsín, Barrionuevo, el Partido Comunista Revolucionario, Menem, Mauricio Macri, Bergoglio y colegas, junto a esa porción de la sociedad que se auto excluye del pueblo, son los que eligieron seguir como estamos, los que montan escarapela y besan la cruz, pero aprietan el gatillo del hambre, reclaman mano dura y mayor exclusión social. Los que eligieron esa postura son los que se acomodan de ese lado miserable de la línea.
Lo casual me demostró nuevamente que nunca existió, causalmente se agregan de ése lado de la línea algunos que pregonaban lo contrario a lo que hoy están apoyando.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Buenisimo tincho y te digo algo más como se que te puedo interpretar aqui solo hablas de la clase politica y no del medio. puede ser que lo hayas hechos por varios motivos, pero yo tengo mis dos razones (lo digo con humildad) la primera es que ya no hace falta, sabemos que los medios son la lacra y estan haciendo mucho lio, y la segunda es porque no queres ser redundante... y te digo otra cosa, me gusta como opinas desde distintos puntos porque el tema central hoy es sobre "el campo" y la politica pero vos no sos redundante es mas le escapas a eso dando diferentes ejemplos. Besos divino.

Unknown dijo...

Martin te envio mis afectuosas felicitaciones, soy federico mi email es fedefernandez2006@gmail.com vivo en Barrio parque a punto de mudarme si los cogotudos que tengo como vecinos siguen boludeando a favor de los garcas del campo. Muy bueno el blog, abrazo.

Unknown dijo...

Felicito al creador de éste blog, me encantaría poder tener esa claridad en las palabras. Soy Lic. en historia y haciendo un master virtual en la misma especialidad, le digo esto Martín porque garantizo todo lo que dice aca y tambien opino como vos o usted, que la gente no tiene y algunos no quieren tener memoria por connivencia. Lo o te felicito nuevamente, dejo mi correo elec como en otros comentarios. kiroz.ana.gmail.com