martes, 10 de junio de 2008

Sin pronóstico

Casi 30 años de vida me dan la certeza que la codicia del hombre nunca acabará. Lamentablemente veo a diario que esas miserias mutan, cambia de color, según de que lado encuentre uno su riqueza.
No es un simple y sencillo punto de vista, es estadísticamente exacto.
Hay personas que creen todavía en aquellos autores, músicos, letristas, escritores, pensadores, que en sus trabajos al ser leídos encuentran futurología, tratandosé de un tema contemporáneo, o actualidad si es que esos pensamientos se redactaron hace muchos años. Es más sencillo y cómodo pensar que algunos hombres posean esas sensaciones místicas porque si se diera lugar a una segunda opción, sería punzante para todos. Es por eso que las creencias del hombre, muchas veces se basan en el miedo al propio reconocimiento.
Podrán señalarme que existen letras de compositores de tango, por ejemplo, donde expresan que “el mundo fue y será una porquería”... algunos hombres que se llaman asimismo videntes, futurólogos, vaticinan golpes de estado, o el propio Nostradamus, denominado como el más grande de los profetas, con palabras confusas hasta puede pronosticar algunas guerras, o mejor dicho el hombre puede interpretarlas.
Si desterramos esa creencia de la existencia de personas con esencias ”antinaturales”, nos queda esa segunda opción mencionada, la misma tiene sus bases en la mediocridad del hombre.

Si nos ocurre lo mismo que nos dijeron que iba a suceder, si vemos que distintos sectores se agrupan para derrocar un gobierno como alguien pronóstico en su momento, si la crisis económica está fagocitando el hambre como lo anticipó el económico, no es culpa del destino es equivocación de los administradores del mundo y de los que dejan administrarse, si en el preciso momento que esto ocurre a nuestra memoria llegan las palabras de alguien que lo vaticinó, es que el hombre, la raza humana, por avaricia, codicia, ambición y falta de sensibilidad al prójimo, no evolucionó, sus acciones son cíclicas, se reciclan para emplearse de la misma manera, en pocas palabras sentó sus raíces en la mediocridad.Que el mundo cambie, no depende de un canje de sistema, hasta el régimen más xenófobo no persistiría si el cambio está en nuestra conciencia.
Martín Suárez

1 comentario:

Sinisi Renzo dijo...

Yo creo que la codicia del ser humano y la ser humana puede llegar a terminarse, ¿cuándo? eso no lo sé.

Y otra cosa que sé es que hay gente que nunca va a cambiar, que seguirán con su ambición y con su corrupción.

En algún momento la mentalidad de los habitantes de este planeta tendrá que cambiar, sino se va a destruir todo.

Eso es lo que me sale decir en base al texto que escribiste y leí...

Un abrazo